"Vivir no consiste en respirar sino en obrar."
Mao Zedong
Del blog
Este blog nace del deseo, desde mi trinchera, de compartir algunos de mis intereses. Aquí encontrarás artículos, ensayos, reflexiones y análisis que buscan ir más allá del discurso oficial; también se tocarán múltiples temas en torno a la historia de México, la cultura popular, internet y el rescate de las voces olvidadas de nuestros antepasados.
En este blog, como mi espacio de libre expresión, impulso mi pensamiento crítico y, con el viento de la historia, escribo con la convicción de crecer personal y profesionalmente. Escribir, también, es una forma de lucha. Por eso, aquí hablaremos de México, sus luchas armadas, sus revoluciones, su gente, su memoria, su cultura, la política, de nosotros como mexicanos.
No busco ser neutral, porque en un país donde la desigualdad, la impunidad y la violencia son el pan de cada día, la neutralidad se ha vuelto sinónimo de complicidad, lamentablemente. Lo que vas a leer aquí está escrito desde la mirada de quien cree que el conocimiento sirve para transformar.
Este blog no pretende tener la última palabra, pero sí dar un punto de vista válido.
Sobre mí
Me llamo J. M. Ehecatl, el seudónimo que uso en este espacio donde las ideas fluyen con libertad.
Soy estudiante de la UAEMéx y futuro abogado laboral. Escribo desde la convicción de que la palabra tiene poder y el conocimiento, la fuerza para transformar la realidad.
Me apasionan la cultura popular, el cine, la animación, la literatura y, sobre todo, la historia: la de México y la del mundo. Creo en el derecho como un campo de lucha, y en la educación como el arma más poderosa para imaginar un futuro más justo.
Este blog es mi trinchera, mi cuaderno abierto y un refugio para pensar libremente.
México: Historia y Cultura
Hablar de México es adentrarse en un territorio donde la historia cambia constantemente (como cualquier otro país, por decirlo de alguna manera), la cual vive en las calles, en las lenguas, en la música, en las luchas de ayer y de hoy. Es un país tejido con siglos de resistencia, con raíces profundas que se hunden en los tiempos de los olmecas, mayas y mexicas, pero que también se extienden con fuerza hasta la era digital, el arte contemporáneo, la juventud crítica y las batallas por la justicia.
Desde la complejidad de sus civilizaciones originarias hasta la violencia y el mestizaje impuestos por la conquista, México ha sido un espacio de tensiones, de mezcla, de dolor, pero también de creación. La Independencia, la Reforma, la Revolución: momentos en los que el pueblo mexicano ha gritado por dignidad, aunque muchas veces su voz haya sido silenciada o manipulada por los poderes de turno.
La cultura mexicana, por su parte, no es un producto congelado del pasado, sino una corriente viva. Es el maíz y el muralismo, es el Día de Muertos y el cine nacional, es la lucha obrera y las canciones del pueblo. Es tan compleja como sus contradicciones, tan rica como su diversidad y tan desafiante como el futuro que quiere construir.
Entender la historia y la cultura de México no es solo un ejercicio académico o nostálgico: es un acto de conciencia. Porque solo conociendo nuestro pasado podemos imaginar un país más justo, más libre y más nuestro.
Literatura, Educación y Arte en México
La historia de México no solo se cuenta en batallas y constituciones: también vive en los libros, en los murales, en las escuelas rurales y en las palabras que se han alzado contra el olvido. La literatura, la educación y el arte han sido herramientas fundamentales para construir el México que somos.
Desde los códices prehispánicos hasta la poesía náhuatl, la palabra ha sido sagrada en nuestro territorio. Con la llegada de la colonia, las letras resistieron y se transformaron, y siglos después dieron paso a una literatura insurgente, crítica y profundamente política: desde los textos independentistas hasta las novelas de la Revolución, México ha narrado su historia a través de su dolor, su esperanza y su lucha.
La educación, por su parte, ha sido campo de disputa entre la élite y el pueblo. De los saberes comunitarios indígenas a los proyectos ilustrados del siglo XIX, y de ahí a la educación socialista del cardenismo, ha habido una batalla constante por definir qué y para quién se enseña. Hoy, sigue siendo un terreno donde se reflejan las desigualdades y se gesta la transformación.
Y el arte, en todas sus formas, ha sido espejo, grito y profecía. Desde las pinturas rupestres y los códices visuales, hasta el muralismo revolucionario, el cine de oro, la gráfica de protesta o el arte urbano contemporáneo, México ha usado la imagen para hablar cuando la palabra ya no alcanzaba.
Estas tres expresiones: la literatura, la educación y el arte son más que adornos de nuestra historia son parte de su columna vertebral. A través de ellas, el pueblo mexicano ha resistido la imposición, ha imaginado otras realidades y ha sembrado las semillas de un país más justo.